CHARLIE VÁSQUEZ: "ME CHOCA QUE A CIERTAS EXPRESIONES DE CREATIVIDAD SE LES ASOCIE FORZOSAMENTE LAS DROGAS"




Su inquieta música en continua mutación, es una expresión más del constante viaje personal y creativo que en su última creación ocupa las herramientas del dub. Charlie Vásquez nos confiesa que tiene problemas para comunicarse, se explaya extensa y relajadamente sobre los temas que lo apasionan, reflexiona constantemente en cada observación que hace. Aquí el alma, corazón y mente detrás de Orquesta Pandroginia nos explica que para él no hay disco que merezca ser lanzado a la basura,  cuenta cómo bajo 15 kilos y del extraño placer que siente al cepillarse los dientes.

¿Cómo llegas o nace el concepto de Orquesta Pandroginia?

CHV: Antes utilizaba un nombre muy random, Oliver Tate, el cual saqué sin motivo de una película naif de Richard Ayoade (que ha envejecido bastante mal, pero igual defiendo en varios puntos). Con ese proyecto saqué un par de splits, EPs, y un disco que fue publicado en cassette en el sello Illuminated Paths. Se llama Venice y fue mi primera incursión en el drone, el ruido electrónico y Ableton. Queriendo lanzarme ya hacia otro lado y probar otras cosas, teniendo una clara influencia por los mecanismos y dispositivos de los sellos Industrial Records y Some Bizarre o de bandas como Coil, Psychic TV, Death In June, Current 93 y todas esas encantadoras hueás peliculiadas oscuras y entretenidas, empecé a cranear algo distinto, trabajando de a poco lo que sería Orquesta Pandroginia. Era algo que quería que funcionase de forma más colectiva (no por nada se pasó de un nombre singular que hacía referencia a una identidad específica a otro plural más difuso), donde pudiese jugar con mi identidad (que ha mutado bastante y lo sigue haciendo, tanto a nivel artístico como personal y sicológico), con lo que voy siendo al hacer, crear, compartir y colaborar, que fuese un ente maleable, polívoco, y que incluso en algún punto funcionase independiente de mi. Que fuese algo vivo por sí solo, un virus que se va esparciendo por ahí de manera autónoma.
Orquesta Pandroginia se ha presentado en vivo sin que yo estuviese en el escenario y hay canciones en discos que no he tocado yo, por ejemplo. El concepto fue tomando forma desde esa base, aunque tampoco es tan estable. Creo que no siempre tengo todo tan claro, lo cual me parece bien, incluso ideal. Los discos se van generando gracias a continuas colaboraciones de distinto tipo y en vivo hacemos cosas muy diferentes a las grabaciones, siempre con personas de varios lados, por lo que no tengo un control absoluto sobre todas las instancias en la cadena de procesos. También por lo mismo juego harto con el azar y el error a la hora de componer y de tocar. Me gusta no saber cuál será el resultado final. Sería fome pensar una idea y que al final saliese tal cuál la pensé en primera instancia. El nombre viene de esos lugares múltiples de incertidumbre y contradicciones que nos gusta habitar. Siendo menos latera, te lo resumo así: el concepto me llega desde la ñoñez de consumir caleta de hueás y querer traducir eso en algo más o menos concreto, aunque no rígido.

A través de tu discografía se nota que tus trabajos musicales van evolucionando y cambiando, moldeando hasta encontrar un sonido, hasta que punto es consciente o natural esta constante pandroginia sonora

CHV: Al principio era solo mi incapacidad de saber cómo manifestar lo que intentaba hacer. Era todo música experimental en el sentido más básico de la frase: estaba experimentando a través de la música misma, de la composición, probando distintos métodos que desconocía por completo, jugando con mecanismos que no entendía. Prueba y error constante. Quizá eran cosas re sabidas para muchas personas, pero eran nuevas para mi y quería enfrentarlas a mi modo. De alguna forma sigue siendo así, es una exploración constante que deriva en miles de cuestiones. Los gringos hablan de “play” cuando se refieren al tocar y para mi ese sentido del jugar, de tomar pequeños riesgos, tiene que estar siempre enlazado o su razón de ser se pierde un poco.
Ya después, con más conocimiento, fue algo que me planteaba de forma decidida: quiero aventurarme con este género, con esta sonoridad, con esta forma de componer. Oh! No! Dub! es una muestra clara de eso. El EP Pandemia (Virtual Soundsystem Records, 2020) del año pasado, que fue un intento por componer en clave chiptune y latin electronic, o el EP Angor Dei (Sin Voces Discos, 2019), que fue una incursión en el vaporwave y la plunderfónica, son otros ejemplos. Me gusta escuchar harta música y por lo mismo, también me gusta tocar hartos tipos de música. Desde post-harcore y post-punk hasta indie pop, screamo y black metal (estos últimos dos géneros se cruzaron en la última banda en la que participé, Charcoazul). Quiero seguir probando otros sonidos a futuro. Me gustaría tocar varios géneros de metal, por ejemplo, pero mi habilidad técnica no da. Lo mismo con la cumbia, ¿hay cachado como tocan esos hueones? No me la puedo. Aunque siempre puedo hacer la gran Gonzalo Martínez. Quizá eso se venga en algún momento.

Qué cosas influyen en tus creaciones, te llega la inspiración o tienes algún método de trabajo

CHV: Es muy aleatorio todo, no soy una persona tan metódica en general. Dejo las puertas y ventanas abiertas siempre para que me asalten las ideas o me peguen un combo en el hocico, como estas prefieran. A veces son sonidos los que gatillan ideas, como una vez que caminando por Loreto pisé unas baldosas que sonaban de forma muy particular, con unos tonos que me parecieron lindos, y se me ocurrió una canción a partir de eso, entonces las grabé con el celular y las utilicé como base. O como cuando, estando en la práctica, puse play al Low on Ice de Alec Empire, escuché el primer kick y lo samplié de inmediato para componer 六四事件 del disco Bestia Ciega (Archivo Veintidós, 2019), tercer larga duración de OP. Al final, nunca escuché el disco. Me han dicho que no es tan bueno. Otras veces, me la paso escuchando harto cierto tipo de música y pienso en cómo la podría traducir o diseccionar a través de la composición y de mis propios métodos. También me gusta simplemente abrir el programa y tontear con lo primero que pille: algún instrumento electrónico, un sample, lo que sea. Mi desprolijo método va variando caso a caso. Incluso he creado simplemente arrojando mis manos al teclado, dejando caer los dedos pesados sobre los botones, viendo que sale de eso. Aprovecho harto lo inesperado, lo casual y lo incierto. Espero poder seguir explorando nuevas formas de creación así mismo. Creo que fracasaré el día que se me acabe ese camino y me pegue. No tendría sentido nada de esto. Quiero seguir inspirándome en todo lo posible. Ahí extraño harto las tocatas en vivo, mi fuente de asalto principal.

Has descubierto algo de ti durante esta cuarentena que desconocías... alguna fobia o toc, algo difícil de lidiar para ti y de ser así cómo lo manejaste.

CHV: Que me comunico más mal que la chucha, más de lo que creía. Me topé con unas barreras enormes a la hora de poder expresar cómo me iba sintiendo con el encierro o de comprender ciertas cosas que se me decían. Me sentía en un lugar muy, muy desplazado. Ha sido todo un esfuerzo el poder enfrentarlo, darme cuenta de eso e intentar hacer algo al respecto. No es fácil, no ha sido fácil y no creo que lo vaya a ser, aunque si puedo ir adquiriendo varias herramientas para poder sondearlo mejor. Es lo que intento ahora y al parecer no me va tan mal. Tengo TEA y a veces me cuesta entender que la gente utiliza mecanismos de comunicación muy diversos y que cuando creo estar comunicando o entendiendo algo, debo pararme a reflexionar un segundo. Tengo que ponerlo en cierto contexto para poder descifrarlo bien, lo que sería “correctamente”. Es un enredo continuo y aprendo a vivir con este. Creo que lo he mejorado en algún grado.
También caché que comía demasiado, pero demasiado, por ansiedad. Intenté controlarlo y terminé bajando como 15 kilos. Quedé con una flacidez tremenda, es chistoso. Ahora me volvió un poco la cosa, pero ni cagando al nivel de antes. Mientras esté con salud, creo que todo irá bien.

Vas a ir a votar para estas últimas elecciones de constituyente, gobernador, alcalde, concejal. Sientes que la música/creación debe de ser política en algún grado o la mantienes alejada de esa órbita.

CHV: Sí, voy a ir a votar. Perdón si pierdo Puntos Punk™ por ello. Antes era más antivoto, me daba lo mismo, no veía nada en el proceso, pero ahora lo miro de otra forma. Se volvió incluso una cosa media familiar, que conversamos en la mesa o en los viajes. Voy con mi hermana, normalmente, mientras mi madre cuida a sus hijas. Creo que está bien, pues intento ponerme en todo frente que encuentre mientras no me desgaste, mientras pueda seguir moviéndome. Una cosa no quita la otra, tampoco, hay miles de instancias siempre y hay que participar de ellas a la vez que buscamos y generamos alternativas. Me viene sin cuidado si piensan que estoy legitimando la democracia y sus bestias al votar, para evitar eso ya habría que restarse de la vida misma o tomar ciertas posturas que me parecen repugnantemente reaccionarias. No me gusta andar o de blanco o de negro. Ni de gris, incluso.
He pasado por hartos lados igual dentro de ese difuso y necesariamente contradictorio mundo que es la izquierda y su despreciada prima que es la posizquierda. Quizá mañana te pueda decir otra cosa. Lo que tengo seguro es que algo de movimiento hay que generar y no quiero andar regalando espacios, menos con los hueones que andan rondando en la comuna donde vivo, Peñalolén. Prefiero fracasar haciendo algo que puede ser monumentalmente inútil que quedarme en la nada o viendo como otros hueones se aprovechan de todo. Lo digo pensando sobre todo en cosas que tienen que ver más con mi territorio directo, con mi vecindad. Si conseguimos algún pequeño avance para esta pequeña comunidad, por muy despreciable que pueda parecer, aunque sigamos hundiendo cada vez más en la mierda, por mi está bien. No es acomodarse en la inmundicia, es buscar como navegarla. ¿Qué hacemos con el circo si no podemos salir de la carpa? ¿Qué implementos hay tirados por ahí, descuidados? ¿Quiénes están disponibles para confabular y conspirar con nosotras?
No creo que la música y lo creativo tenga algún deber en sí. Me parece tonto y contraproducente enjaular esas cosas. La música le debe algo solamente a la música, a sí misma, y la creatividad es una fuerza independiente que va encontrando surcos por los que filtrarse en todo momento. Son abstracciones que llegan a ser más grandes que ciertas ideas más concretas, son mucho más abarcadoras. Nuestros cuerpos terminan siendo meros medios por los que se manifiestan y aparecen. Es súper espectral todo. Hay un diálogo constante de voluntades ahí. Pero también sé que inevitablemente tienen un carácter político y negarlo es aún más tonto. Es un ejercicio inútil intentar alejar la música de esa órbita. Todas estas cosas existen dentro de un contexto y se van relacionado con este, cediendo ante él o alterándolo, fluyendo de un lado a otro. Una cosa es instrumentalizar la música políticamente y otra es entender la música como un instrumento político.

Coleccionas música, tienes algún formato favorito. Qué discos te gustaría tener o escuchar que no hayas podido encontrar en formato físico o digital.

CHV: Tristemente, sí. No desde hace tanto, como del 2012, y no de forma tan continua, pero ahí tengo todo tiernamente catalogado en Discogs. Últimamente me he encariñado harto con el cassette por el tacto que tiene en la mano, por su portabilidad y por como se ven ordenados. Es una tontera re linda.
En físico, quiero harto un vinilo que se llama “Sounds Of Silence - The Most Intriguing Silences In Recording History!” que es un LP que colecciona canciones silentes en discos de artistas como Crass, Whitehouse, Orbital, Robert Wyatt, Soulfly, etc. Me dio risa saber que existía, lo encuentro genial a cagar. También me gustaría mucho tener algún vinilo de Congregación o tener la suerte de un amigo, Fernando, y pillarme El Computador Virtuoso en la feria. En CD, el EP de Eimy o el de Los Polares que editó Hardwave. También el CD de Diacatorce, la hueá buena. Y hace un tiempo que busco el cassette que sacó Orate Asusta A Turistas Con Motosierra de Bom & Los Gritos. En digital… me encantaría encontrar el tape de Halugar - 128 Bajo y varios compilados de la época que alguien debe tener para digitalizar. ¡Ya po’!

Hay algún disco/cd/k7 que hayas comprado y al escucharlo sintieras que era mejor haberse gastado ese dinero en un vino blanco Bodega Uno en caja de dos litros y medio con un jugo Sprim de piña en sobre.

CHV: Sabis que… no. Hasta los discos malos me gusta tenerlos, ya sea por tema de archivo o para compartir: “cacha la hueá chistosa que tengo” o “el otro día me pillé esto y es entero malo”. No deja de ser re entretenido. Me gusta tener ahí todo mezclado, un CDr de Tiempo Crucial con cassettes de Álvaro Salas, un vinilo de Caetano Veloso con un VHS de Axé Bahia. Quizá también es parte de ser una persona ahueona’ y pretenciosa, pero una parte divertida. Al final, todos estos artefactos tienen una pequeña historia que les da un valor por ahí y poder compartir eso es bacán. Igual, tengo uno de Expire, una banda hardcore de Milwaukee, que quiero trocar hacer caleta y parece que a nadie le gusta, jajajaja.

Qué es lo primero que haces en la mañana: bostezar, maldecir, rascarte las axilas, o pensar en otro Día de la Marmota

CHV: Sagradamente, lo primero que hago es correr a la cocina a preparar el desayuno. El primer pensamiento es la comida. Mezclo miles de frutas, avena, leche, semillas, lo que pillo, lo que haya. Me gusta que algo tan sano y cliché se pueda ver medio grotesco. Las maldiciones y quejas infinitas aparecen ahí mientras pico la fruta, pensando en la jornada del día, en lo que no hice ayer. El rascarme las axilas lo dejo para la ducha mañanera: nada como los pelos del sobaco suavizados por la corriente del agua. De hecho, pausaré justamente ahora para hacer eso. Y lavarme los dientes, que me parece una experiencia placentera tremenda. Lávense los dientes, no porque sea sano, sino porque es rico. Lo recomiendo. La sensación de las cerdas acariciando las encías: incomparable.

Cómo ves la realidad de la música independiente local, con tu experiencia como músico, escribiendo en medios e involucrándote en sellos. Cuales crees que son los grandes desafíos/dificultades y el potencial que hay.

CHV: Hay varias realidades entremezcladas, entre grandes energías, deseos y frustraciones. Hay una cantidad enorme de proyectos, de artistas, de sellos, productoras, haciendo, creando, activando, moviendo. Mucha gente le sacó provecho al encierro para liberar ciertas tensiones de estas formas y me parece genial. Juntémonos, dispersémonos, recorramos, demos vuelta todo. Es medio romántico, pero nunca deja de ser divertido. A veces se van generando ciertos grupos medio aislados, con tufo a elitismo y eso es bien fome. Innecesario a más no poder. ¿Para qué? ¿Para ahogarte en una burbuja culia’ donde no te soporta nadie?
Creo que el más grande potencial que hay son las redes de relación y comunicación que podemos construir a través de las distintas manifestaciones que movemos en nuestro día a día musical, incluyendo proyectos como este mismo. Saquemos cosas, publiquemos, generemos instancias. Que se muevan los fanzines y los blogs, que los sellos intercambien entre sí, que las webs extiendan el terreno que cubren, que más artistas colaboren. Hay potencia para tanta hueá bellísima y tanto que hacer con cosas que están sucediendo en este mismo momento. ¡Ahora! ¡Acá! Me encanta el archivismo e ir conociendo la historia que nos precede, saber qué cosas hizo la gente antes en estos lugares, saber qué quedó olvidado por ahí en el camino, pero más aún me encanta poder participar del hoy, de lo que se está agitando en mi entorno directo. Y termina siendo todo parte de lo mismo. Sin ningún respeto, tomo una frase de Silvio: “somos prehistoria que tendrá el futuro”. Si tengo un horizonte, es ese.
Además de los conflictos con los egos, una hueá siempre mareante y desgastante, el más grande desafío, es lograr mantener los espacios que tenemos. Es triste ver como lugares van cerrando, como la efímera, pero muy querida Caja de Música, o lo que fue para un grupo de personas la sala de ensayo Domínica 130, por poner pequeños ejemplos. También Axolote Matta o Libertad 53. Y los espacios que resisten tienen que pasar por hueás muy penca a veces, es cosa de ver la turbulenta historia del Bar 1. En ese sentido, lo que han hecho Productora Mutante, Moldavia o gente asociada a sellos como Gemelo Parásito o Triste, tomándose varios espacios públicos en estos meses, dentro de lo posible o lo imposible, me parece genial. Hay que ver cómo proyectar todo eso y hacia dónde podemos ir. Ojalá en conjunto.




Estás satisfecho con la recepción que ha tenido tu último k7 "Oh! No! Dub!" . Cómo se concretó la edición con Poxi Records.

CHV: Caleta, me ha sorprendido enormemente. A mucha gente le ha gustado. Más de alguna persona se ha acercado a mí a hablarme de lo que piensa y ha sido lindo. Hace poco, John Pereyra, que maneja, entre otras cosas, el blog Apostillas Desde La Disidencia y con quien he hablado harto últimamente (“el encuentro de una persona peruana fanática de la música chilena y una persona chilena fanática de la música peruana”, dijo) escribió una reseña preciosa al respecto. Me dejó pa la caga’. La web Expectador también destacó el EP, escribió unas palabras re lindas y lo eligió disco de la semana en que salió. Fue raro, no lo esperaba. Al Coco Cabargas le gustó harto, también, e hicimos trueque de cassettes por el que editó recientemente con el soundtrack que compuso para el documental Robar a Rodin (que es buenísimo). Amigos como Ihä o Polijah también me hicieron llegar sus palabras e incluso adquirieron su propia copia. Más allá de cualquier galardón, que igualmente se agradece, creo que esas conexiones son las que más me gustan. El hecho de poder estar hablando contigo de esto ahora me parece de lo más bacán. La mejor recepción es la que permite algún tipo de enlace y agitación, por breve y sutil que sea.
La edición se concretó gracias a la dedicación, disposición y buena onda de Lucas (Laktik). Un día que le compré un par de cassettes de Poxi, porque me encanta el sello, conversamos harto. Quedamos en juntarnos nuevamente, porque quería comprar algo del catálogo del sello en el que participo, Medio Oriente, y ahí hablamos un tanto más. Le mencioné que estaba terminando un EP en clave dub, le hablé algo del proceso y el sonido y me dijo que en una de esas podía pasar las canciones por cinta para procesarlo y darle otro carácter. Quedamos en eso y cuando finalmente fui a su estudio, conversando y compartiendo música (harto DAF por ahí), salió la idea de poder editarlo en Poxi Records. Me emocionó caleta y empezamos a elaborar toda la idea: la cantidad de copias, el arte, la fecha. Ahí salió una de mis cosas favoritas de todo el proceso, el single de Fiebre Ufo Dub en flexi disc. Lucas tiene el EZ Record Maker de Yuri Suzuki, una aparatito que permite cortar discos y registrar música de forma directa y sencilla. Me voló la mente toda la experiencia, fue una hueá genial. Usamos unos platos de cumpleaños de plástico para eso. El sonido es no-fi a cagar y para el track, que es el más ambiental del disco, quedó bacán. Trabajar con Poxi fue un agrado a más no poder. Creo mucho en la forma que tienen de hacer las cosas y me gustaría seguir apoyándoles dentro de lo posible.

Buscas generar en la persona que escucha tus composiciones alguna sensación en particular. Te lo pregunto ya que cuando por primera vez escuché "Oh! No! Dub!" me pareció una música muy sugerente y cálida, pese a lo frío que nos puede sonar la música "electrónica/hecha con máquinas" a los que venimos de una escuela más "cochina/rockera/paSSTelpunk/loser", estoy consciente de que es un prejuicio, pero te lo aclaro.

CHV: No, creo que es lo último que busco. Me gusta que cada persona se abra a percibirlas de forma distinta, que pueda encontrar su propia historia ahí, que tenga su forma personal de relacionarse con eso que se arroja ahí al mundo para recorrer caminos impensados a la hora de su nacimiento. Quiero que tenga, siempre, una cierta libertad, aunque no sea absoluta. Que funcione como una entidad con voluntad propia que sale al encuentro de otras percepciones. Quizá es porque vengo un poco de los dos lados que te produjo eso, jajaja. No sé. No hay formas correctas o incorrectas de interpretarlo. Encuentro bacán que haya sido así tu encuentro.

Te gusta leer, ver películas, la pintura, encuentras conceptos o robas ideas de esas áreas creativas con las cuales alimentar tu música. Si tienes algún escritor o libro de cabecera, lo mismo con la música o cine puedes pasar a nombrarlos…

CHV: Robo de todos los lados que pueda. Siempre estoy anotando citas, frases, palabras. Siempre con arma en mano para registrar. A veces con crédito, otras no, care’raja. Extraigo líneas de libros, textos y artículos, saco pantallazos de películas o memorizo escenas y subtítulos, guardo imágenes de pinturas en un archivo que siempre olvido revisar, pero que ahí está. A veces me encuentro y me asombro con cosas que pillo en la calle. Intento aprovechar al máximo las pequeñas salidas que me puedo permitir en estos días.
Ya no soy tanto de seguir obras completas, de ahogarme en procesos autorales específicos. Ando picoteando por todos lados de forma dispersa, como en la vida misma, por lo que no sé si tendré creadores de cabecera en la actualidad. Alguna vez tuve las típicas obsesiones: Kiarostami, Burroughs, Sontag, Kerouac, Deleuze, Solanas, Lunch, SOPHIE, Arca, Wenders, Iñárritu, Cronenberg. Tuve una fase larga con Shohei Imamura y el cine japonés, los tres primeros discos de OP hacen referencia a ello. Ahora me gusta ir hacia otros lados, olvidándome un poco de las figuras, centrándome más en las cosas fugaces que me llaman la atención. Los libros Permanente Obra Negra de Vivian Abenshushan, Escritura No-creativa de Kenneth Goldsmith y La Nueva Novela de Juan Luis Martínez me afectaron mucho en relación a lo anterior, me ayudaron un poco a encauzar ideas que siempre he tenido. Pero, para hacer menos fome la respuesta, gran fuente de inspiración y de robo ha sido, últimamente, lo que hace Lawrence Lek, sobre todo con su maximalista y recargada película Sinofuturism, un choque de adrenalina cibernética hyperestimulante que se relaciona harto con lo que busco crear. También la olvidada obra de Leni Alexander, que es de esas cosas que puedo catalogar sin vergüenza alguna como totalmente inspiradora.

Usas las drogas para crear o solo con fines recreacionales, o derechamente no las usas.

CHV: No las uso, no me llaman la atención ni me interesan personalmente. Me choca que a ciertas expresiones de creatividad se les asocie forzosamente las drogas, como si no pudiesen funcionar sin ellas, endiosadas a más no poder, como si fuesen el catalizador creativo por excelencia. Lo pueden ser como cualquier otra cosa. Está bien.
A veces me pillo videos o música que me llaman harto la atención, que me parecen interesantes por ser expresiones sueltas, atrevidas, cosas que se calificarían de locas o diferentes, que me gustan mucho, y que siempre tienen comentarios tipo: “¿Qué drogas hay que tomar para llegar a esto?” “¿Qué se fumó la persona que lo creó?” Me parece tener la mente cerradisima, como si no fuésemos capaz de hacer todas estas hueás con otros tipos de estímulos o incluso con la represión de ellos (que también me parece válido como motor creativo). Obvio que las drogas pueden servir para explorar, son una herramienta más dentro de un enorme abanico o Baticinturón, pero es fome que se llegue a esa narrativa que delimita tanto la creatividad y sus posibilidades. ¡Creo que hasta terminas haciéndole mala publicidad a la droga! Que a mi en si no me molesta, no voy a andar paqueando ni cagando. Obviamente varias personas que escucharon el Oh! No! Dub! me comentaron que lo hicieron fumándose un pito y me parece bacán que puedan tener la experiencia de esa forma, que no sea algo que se vive unidimensionalmente.


Tienes algún sueño como músico/creador tocar en algún lugar o grabar con alguien o alguna colaboración con otro músic@ que respetes.

CHV: Antes que en festivales o cosas así, pienso en lugares. Me gustaría tocar en Chiloé o en Talca, encuentro que tienen espacios re bacanes para aprovechar. Ir a distintas partes de Chile tocando (o viajando no más, en realidad) es algo que quiero hacer, mucho. Ojalá con más gente y saliendo ya del eje Región Metropolitana-Quinta Región-Octava Región, que es donde más me he movido (aunque, si me invitan, obvio que voy).
Sobre grabar con alguien… pucha, me da vergüenza un poco, porque es pura gente de acá, jajajaja. Una vez hablé con Jorge, que tiene su proyecto Clank! ahora, sobre hacer algo y me gustaría que lo concretaramos eventualmente. Con Espejo Humeante sería la raja poder hacer alguna cosa o con Andy Quezada, que últimamente se ha lanzado con proyectos preciosos. Con Polijah, a quien ya le he masterizado unas cositas por ahí, también. Son gente que ha tenido bandas y proyectos que he seguido y me han gustado harto. Hace no tanto pude cumplir varios de esos sueños: he sacado canciones con Marea Idria, Oso el Roto, Vale Novales, Ihä y Dadalú, gente que encuentro bacán a más no poder. Me hizo muy feliz poder concretarlas. Y sabis qué, aprovecho de tirarla: igual me gustaría grabar/tocar contigo.

Por último, deja todos los links donde puedan oír tu música o comprarla online o de forma física.

CHV: Tengo todo demasiado disperso y medio perdido. Hay un par de cosas en SoundCloud, otras en Bandcamp, algunas en Spotify y en un blog. Otras están pululando en diversos sellos: Cumshot Records, Illuminated Paths, Dismiss Yourself, Sin Voces Discos, Virtual Soundsystem, Gemelo Parásito, Medio Oriente, Confusion Specialist, Mierda Tapes. El utilizar más de un nombre no ayuda tanto al orden, jeje, pero ahí está todo, caóticamente. Pueden bajar los discos de manera gratuita y comprar algo de material en algunos casos, si quieren. Es entretenido gastar el dinero en discos. Que nadie les paquee por andar gastando su plata en tonteras, mientras no les perjudique. Llevamos tanto tiempo con tantas privaciones, tanta vida con tanto control. Permitámonos pequeñas y estúpidas libertades, que a veces poco más tenemos.

Dele play:


RESEÑA:
ORQUESTA PANDROGINIA - OH! NO! DUB! EP (2021)

Sumergirse en el acogedor líquido amniótico que nos ofrece Orquesta Pandroginia en su particular universo de dub, es un placentero viaje por el eterno devenir de las cadencias que nos ofrece este ritmo y todas las variantes que se crean y cambian a partir de su idea de construir un “riddim” a partir del bajo y batería.
Aquí las herramientas son samplers y máquinas que van generando distintos ambientes muy enigmáticos y lúdicos.
Inmediatamente te invaden las ganas de soltar tus extremidades y entregarte a los movimientos que puedan sugerirte las percusiones de I: Profecía Quimera.
En el tema I & I: Alucinación En La Jungla recordé el trabajo de Mick Harris y Nic Bullen bajo la divisa de Scorn, pero solo fue eso un fugaz ejemplo de ejercicio. Orquesta Pandroginia puede recrear sonoridades, sugerir lugares, pero llevan una ruta propia y amplia que pueden tomar como punto de partida Jamaica y elevarse en un febril “Ufo” hacia una “nación extraterreste”.
No sé si hay vida en Marte, menos sé si conocen la música o bailan, pero de haber dub en dicho planeta creo que sonaría muy similar a la lectura que nos ofrece Oh! No! Dub! de Orquesta Pandroginia.














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